Continuamos la narración de los comienzos de la casa de Aix en Provenza – el lugar de nacimiento de muchos aspectos importantes del carisma. Los jóvenes fueron los primeros en usar el edificio. De este modo, ¡los laicos fueron los que prepararon el camino para la llegada de los misioneros! Durante casi tres años, Eugenio había entregado la mayor parte de su tiempo y energía a los jóvenes, y los resultados empezaban a ser visibles: en este caso se apreciaba en su devoción eucarística y en su vida de oración.
El coro que debe servir como capilla a la Congregación ha sido profanado de tal modo durante la Revolución que ha habido que bendecirlo. La bendición se efectuó hoy muy solemnemente en presencia de toda la Congregación. El Sr. abate Beylot, vicario general capitular, celebró luego la primera Misa en la que gran número de congregantes tuvieron la dicha de comulgar. El santísimo Sacramento quedó todo el día en el tabernáculo, y así será todos los domingos. La adoración fue continua durante todo el día. Los congregantes se relevaban cada media hora ante el Santísimo. Por la tarde se dijeron las Vísperas solemnes. Luego se expuso el Santísimo Sacramento y se cantaron las letanías de la Virgen y algunas otras oraciones.
Diario de la Congregación de la Juventud, el 21 de noviembre 1814,
Fiesta de l’ Inmaculada Concepción en Aix, E.O. XVI