Uno de los principios fundacionales de los Misioneros era intentar buscar, tanto cuanto les era posible,
el imitar las virtudes y ejemplos de nuestro Salvador Jesucristo, principalmente por la dedicación de sí mismos a la predicación de la Palabra de Dios a los pobres
Regla de 1818 Capítulo primero, §1 articulo 1
Las instrucciones para el viaje a los pueblos donde eran enviados a guiar la misión muestran un intento de imitar el modo de Jesús y de los discípulos evangelizados en el Evangelio. Jesús les envía “de dos en dos” y esto indicaba el incuestionable número mínimo de misioneros. Eugenio quería que fueran el máximo posible, porque ellos iban a ser una comunidad testimonial en el pueblo:
Nunca irá uno solo a la misión; al menos irán dos juntos.
Regla de 1818 Capítulo primero, §1 articulo 6
Sus medios de transporte eran los mismos que aquellos que eran usados por Jesús y los discípulos, y también por los pobres de los pueblos. Esto se debía a que las distancias, particularmente en Provenza, no eran demasiado largas:
Cuando el pueblo donde van a ir no esté demasiado lejos, viajarán a pie para imitar y honrar los viajes y fatigas de nuestro Salvador y de los Apóstoles, cuando atravesaban las ciudades y los pueblos para proclamar el Reino de Dios allí.
Regla de 1818 Capítulo segundo, §2
En la medida en que sea posible, los misioneros viajarán a pie o a caballos; no usarán carro de caballos salvo en caso de necesidad.
Regla de 1818 Capítulo primero, §1 articulo 7
Recordando que en los viajes misioneros de Jesús y sus discípulos había momentos privilegiados de instrucción y formación para ellos, los Misioneros estaban invitados a introducirse en este mismo espíritu:
Durante el viaje, conversarán a menudo sobre las virtudes practicadas por los primeros predicadores del Evangelio, y de aquellas de las que el Salvador les dio ejemplo a ellos, y nos da a nosotros, durante sus viajes apostólicos. De este modo, soportarán sus fatigas.
Regla de 1818 Capítulo segundo, §2