Puesto que las misiones son uno de los fines principales fines del Instituto, todos se esforzarán principalmente por realizar bien esta tarea.
Regla de 1818 Capítulo Segundo §1, artículo 1.
Durante el tiempo que vivió san Eugenio, los Oblatos habían animado unas 3000 misiones populares en Francia. La importancia de este ministerio se observa en que 19 de las 24 casas Oblatas en Francia al tiempo de su muerte tenían la predicación de misiones como su principal ministerio. Eugenio explicaba:
Las misiones son la obra apostólica por excelencia; si queremos lograr los mismos frutos que los Apóstoles y los primeros discípulos del Evangelio, tenemos que emplear los mismos medios
Carta a M. Arbaud, el 16 de enero 1819, E.O. XIII n. 22.
Además, como los Apóstoles, la vocación oblata era de
Imitar las virtudes y ejemplos de nuestro Salvador Jesucristo, principalmente por su propia entrega a la predicación de la Palabra de Dios a los pobres.
Regla de 1818 Capítulo Primero, §1 artículo 1.
Imitando al Salvador, quien vino a buscar a la oveja perdida, los Oblatos se dedicarán a buscar a aquellos a quienes las estructuras de la Iglesia no llegan a alcanzar. Los medios para alcanzar esto eran hacer exactamente los que hizo el mismo Salvador: partir el pan de la Palabra de Dios por medio de las misiones, las catequesis, los retiros y otros ejercicios espirituales – especialmente en el contexto de las misiones llevadas a cabo en grupo en las zonas rurales.