EMPUÑA EN MANO TU CRUCIFIJO Y VE A LA CONQUISTA DE QUIENES LA PROVIDENCIA NOS DESTINA

El Padre Yvon Beaudoin continúa el relato del éxito de reclutamiento del Padre Leonard:

«De 1841 a 1847 hubo 115 tomas de hábito en el noviciado de Notre-Dame de l’Osier y un número similar en 1847 y 1848. El viaje de predicación del Padre Leonardo tuvo éxito. Más de 100 seminaristas ingresaron al noviciado y cerca de cincuenta hicieron votos. Antes de 1847, la mayoría de las vocaciones provenían de diócesis en el centro de Francia. Después de esa fecha, las vocaciones llegaban de toda Francia y Bélgica.

El Fundador comenzó a hablar de la «pesadilla” y la «desesperación” del Padre Tempier, quien no tenía dinero para cubrir las necesidades de los novicios y hermanos escolásticos. En octubre de 1847, ante la insistencia de los Padres Tempier y Vincens, el Fundador pidió al Padre Leonardo suspender su gira».(https://www.omiworld.org/es/lemma/baveux-juan-claudio-leonardo-es/)

¡Sin embargo, menos de días 10 después Eugenio dio marcha atrás en su decisión!

“Querido Padre Leonard, a nuevos hechos nuevos consejos. La consideración de nuestra miseria me había decidido a escribirte para que suspendieras tu gira de reclutamiento, pero acabo de escuchar que un reclutador tan hábil como tú está a punto de recorrer todas las diócesis de Francia para atraer a todos los eclesiásticos de buena voluntad que quieran asociarse a la obra para la cual predica. No hay que dudar más, sería inútil ir después de él; entonces es importante aventajarlo.

Así pues, querido Padre Leonard, alista todas tus botas, o mejor dicho, empuña en mano tu crucifijo  y ve a la conquista de quienes la Providencia nos destina.

Carta al Padre Leonard Bavaux, Noviembre 8, 1847, EO X núm. 954

El reccorrido del Padre Léonard llegó a su fin en marzo de 1848 debido a que el Padre Tempier no contaba con más recursos, y porque deseaba volver a Canadá para asistir a la consagración del Padre Guigues, que acababa de ser nombrado Obispo de Bytown.

REFLEXIÒN

«Cuando descubras tu misión sentirás sus exigencias: te llenará de entusiasmo y un deseo ardiente de poner manos a la obra”.

Clement Stone

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