POR MUCHO QUE RAZONARA, NO PODÍA SALIR DE ESE DILEMA. PENSABA CONSTANTEMENTE EN ÉL ANTE DIOS

La noticia sobre el posible nombramiento de Bruno Guigues como primer Obispo de Bytown (actual ciudad de Ottawa) fue una disyuntiva para Eugenio.

“La noticia me causó gran perplejidad. Si por una parte veía la ventaja para la Iglesia de Canadá, por otra no podía dejar de considerar los graves inconvenientes que podrían resultar para nuestra Congregación, y evidentemente esta consideración debía superar a la primera, pues el primer deber es mantener a nuestra Congregación en posición de cumplir la misión que la Iglesia le ha confiado, y que sería fácil encontrar en el clero de Canadá a otra persona para cumplir las funciones episcopales de Bytown, mientras que me era imposible reemplazarte en América.

Por mucho que razonara, no podía salir de ese dilema. Pensaba constantemente en él ante Dios…

Siempre me he felicitado de haberte elegido para representarme en esa parte de la familia y en un país donde nuestros primeros Padres, habían tal vez, dado lugar a la reserva suscitada en todas partes. Con frecuencia he agradecido a Dios el cambio realizado con tu cuidado”.

Carta al P. Bruno Guigues en Canadá, Diciembre 1846, EO I núm. 71

A la llegada del Obispo Bourget para hablar con Eugenio, le aseguró que como Obispo, el P. Guigues podría continuar como responsable de expandir las misiones de los Oblatos en Norteamérica.  Así, Eugenio, como Superior General, dio su consentimiento por el bien de la Iglesia y beneficio de la  Congregación.

REFLEXIÓN

Vienen a la memoria las palabras de Corrie ten Boom: “Nunca temas encomendar un futuro desconocido a un Dios conocido”.

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