UNA DIFÍCIL DECISIÓN

Unas semanas después, Eugenio escribe afligido al Obispo Bourget de Montreal, revocando su autorización para presentar la solicitud al Vaticano para que el P. Guigues fuera nombrado obispo, como resultado de una carta de los Oblatos en Canadá:

“Acabo de recibir una carta del P. Allard que me coloca en el mayor conflicto. Conforme al temor que me inspiró y que va más allá de la recibida anteriormente, respecto a dar un golpe funesto a todos nuestros establecimientos de Canadá con la elevación del P. Guigues al Episcopado… Desearía estar todavía a tiempo para retirarlo, ya que las consecuencias de ese nombramiento pueden ser desastrosas, a juzgar por los que están en el lugar”.

Eugenio comenta el motivo de su preocupación por el bien de la misión de los Oblatos en Norteamérica:

“Verá Monseñor, cuál es mi inquietud. Si ese es el resultado de la elección del P. Guigues, sin duda hay que renunciar, pues no niego estar en la imposibilidad absoluta de enviar de Europa a alguien capaz de reemplazarlo en las funciones que le había confiado. Nadie mejor que usted, Monseñor, para apreciar la posición de la Congregación en Canadá, por conocer bien las dificultades que  precedieron a la llegada del P. Guigues, pues hizo falta toda su caridad y bondad paternal para superar los inconvenientes”. 

Carta al Obispo Bourget de Montreal, Diciembre 23, 1846, EO I núm. 72

REFLEXIÓN

“Por lo general, hacer lo correcto y hacer lo difícil, es lo mismo”.

 Steve Maraboli

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