El celo por evangelizar llenaba a los misioneros una vez que habían interiorizado el carisma Oblato, y el P. Dassy ciertamente no era la excepción:
“Querido P. Dassy, sé que hacía mucho tiempo que no me escribías, pero conozco las ocupaciones de quien ha tenido que predicar 105 veces en un mes. Solo me permito hacerte ver que es demasiado y que no hay que morir antes de tiempo. Aunque no te sientas cansado, es demasiado”.
Dassy era el superior de la casa de formación en Nancy y necesitaba atenuar su celo y acompañar más a los jóvenes Oblatos bajo su cuidado, para introducirlos al ministerio.
“No dejes de trabajar en formar bien a quienes te envío a Nancy: los PP. Depetro y Michelier, esperando les dediques tu atención, pero si estás continuamente de gira, me habré equivocado en mis expectativas. Dedica tiempo a ese deber, para lograr buenos resultados para la Iglesia y la Congregación.
¡He oído que nunca llevas a ninguno de nuestros Padres jóvenes para introducirlos al ministerio! Es intolerable. Haz todo lo posible para cambiarlo. Diles a los Párrocos que por profesión son mesurados, y que no será un gasto tener a la mesa a un misionero más. Considero muy importante este punto”.
Carta al P. Toussaint Dassy, Septiembre 18, 1848, EO X núm. 987
REFLEXIÓN
«Hay que saber lo que quieres, pues es esencial para actuar según tus intenciones. Cuando sabes lo que deseas, te das cuenta de que solo queda administrar el tiempo y lo harás para alcanzar tus metas, sabiendo con certeza lo que deseas lograr en tu vida”. (Patch Adams)