En la época del Fundador, el sistema en las comunidades era que uno de sus miembros, conocido como admonitor, ayudaba al superior aconsejándole y señalando los errores. El P. Tempier fue el admonitor de Eugenio durante toda su vida y no se detenía en hacer señalamientos. En Nancy, el P. Dassy estaba en sus ´40 y todos los miembros de su comunidad estaban en sus ´20s y eran inexpertos. Para cumplir lo que requería la Regla de tener un admonitor, se debía asignar el puesto a uno de esos jóvenes.
Eugenio concluyó que el P. Dassy debería ser su propio admonitor, por lo que debía estar más consciente y reflexionar sobre su conducta, como él hacía en su examen personal diario.
“Debo hablarte francamente; veo como una necesidad poco agradable retirar al P. Santoni de Nancy, pues quedarás a la cabeza de una comunidad compuesta de jóvenes sacerdotes, sin tener a nadie para hacerte la menor observación, lo que es una desventura. Sería necesario hacer tus exámenes con más atención que antes. Te aconsejo hacerlo con especial atención; también serás tu admonitor, supliendo al que tengo obligación de nombrar, pero que a todas luces solo sería una formalidad”.
Carta al P. Toussaint Dassy, Octubre 14, 1848, EO X núm. 989
REFLEXIÓN
Actualmente ya no tenemos admonitores, aunque todos los cristianos somos alentados a aprender de la guía y el ejemplo en nuestro camino. El examen diario de conciencia es también importante y benéfico
(Una búsqueda en internet nos lleva a muchos sitios Jesuitas que explican esta práctica).
“Quien se guía por la verdad y el deber como su fin, puede confiar con tranquilidad en la providencia de Dios para guiarle correctamente”. (Blaise Pascal)