TODOS NUESTROS MISIONEROS, SIN EXCEPCIÓN, ESTÁN SIN COMPRENDER

La diócesis del Obispo de Montreal era enorme, llevándole a decidir solicitar que se separara una parte para formar una nueva diócesis: la Diócesis de Bytown (Ottawa actualmente).  Sugirió el nombre del Padre Guigues para dirigirla, quien había demostrado ser competente como superior de los Oblatos en Canadá. Al principio Eugenio estuvo en contra de ello, pues dependía grandemente en las habilidades de liderazgo del P. Guigues para mantener la unidad en la vida y misión de los Oblatos.  Con el tiempo, Eugenio vio la posibilidad de que el P. Guigues continuara como superior Oblato, al mismo tiempo que como obispo.  Así fue como inició la tradición de que el Obispo Oblato fuera el superior «provincial», una práctica que duraría por cerca de un siglo.

Los Oblatos estaban descontentos con el suceso, como vemos en la carta de Eugenio al Obispo Bourget:

“¿Cree usted Monseñor, que no hubiese sido necesaria una pequeña carta al darse cuenta de la tempestad que habría desatado la resolución tomada y que mi confianza en usted me habría llevado a apoyar? He tenido bastantes malos ratos a causa de esa especie de vértigo que rondaba todas las cabezas… El hecho es que me vi obligado a escribir de modo muy severo para hacer cesar todo el chismorreo”.

Al final, Eugenio le recuerda al Obispo Bourget de su papel especial en la vida de los Oblatos y le pide darles confianza en que el nombramiento de Guigues como Obispo de Bytown sería algo positivo, y no una señal de destrucción de la misión de los Oblatos…

“Sea lo que fuere, le pido escribirme ampliamente sobre todo ello. No es necesario recordarle que más que nunca debe ser el padre de nuestros Oblatos de María. Se sienten debilitados por la elección de su Superior a la Sede a la que le ha asignado. Junto con él, ayúdennos a tranquilizarlos, como no he dejado de hacerlo por mi parte”.

Carta al Obispo Bourget de Montreal, Febrero 12, 1848, EO I núm. 93

REFLEXIÓN

“Cuando se escribe en chino la palabra ‘crisis’, ésta se compone de dos caracteres: uno representa al peligro y el otro representa la oportunidad”. (John F. Kennedy)

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