CINCO MINUTOS DE ORACIÓN AL PIE DE MI CRUCIFIJO

Eugenio se enteró de que había sido criticado injustamente por el Obispo de Argelia y respondió:

“tuviésemos más razones para quejarnos. En cuanto a las críticas que me has comentado, cinco minutos de oración al pie de mi crucifijo bastan para hacérmelas olvidar y ni siquiera hace falta tanto para perdonarlas”.

Carta al P. Jean Viala en Argelia, Marzo 5, 1849, EO IV (África) núm.6

REFLEXIÓN

Cuando nos encontramos heridos u ofendidos, tendemos a permitir que la herida permanezca constantemente en nuestra memoria.  ¿Qué harían por nosotros cinco minutos al pie del crucifijo?

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *