ANIMA SUS ESFUERZOS, MUÉSTRATE CONTENTO CON LO POCO QUE HAGAN, QUE ESO MEJORARÁ MÁS ADELANTE

El recién ordenado P. Francois-Xavier Michelier fue enviado a Nancy para ser capacitado como predicador y ser tesorero de la comunidad.  El superior, Louis Dassy, se había quejado con Eugenio: «parece no tener la mínima decisión de escribir los sermones.  Se dedica a leer todo tipo de escritos, aunque no muestra inclinación alguna por escribir”. Eugenio le respondió:

“¿Puede ese joven negarse hasta ese punto sobre sus deberes? No puede ignorar que solo lo envié a Nancy para formarse en la predicación ¿y es precisamente a ese trabajo al que se niega? Es apenas creíble”.

Por otro lado, se conocía al P. Dassy por ser muy exigente al tratar con la gente, y Eugenio le aconsejó:

 “Espero no lo hayas desanimado. Mi querido amigo, a veces vas un poco rápido en el trabajo. No siempre sabes considerar la dificultad humana. ¡Hay que tener en cuenta tanto cuidado, sobre todo con los jóvenes! No te canses tan fácilmente. Veo que estás mucho más satisfecho con el trabajo del P. Depetro; igualmente será con el P. Michelier, pero te exhorto a no exagerar y, sobre todo, no asustes a los pobres que inician. Procura que trabajen, pero anima sus esfuerzos, muéstrate contento con lo poco que hagan, que eso mejorará más adelante”.

Carta al P. Louis Dassy en Nancy, Enero 7, 1849, EO X núm. 994

REFLEXIÓN

«Una palabra de aliento de un maestro a un niño puede cambiar una vida.  Una palabra de aliento de una esposa puede salvar un matrimonio.  Una palabra de aliento de un líder puede inspirar a alguien a alcanzar su potencial.» (John C. Maxwell)

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *