DIOS LE RECOMPENSARÁ, AUNQUE ALGUIEN BUENO COMO ÉL ES UNA GRAN PÉRDIDA PARA LA CONGREGACIÓN

“Hoy, aniversario de nuestro buen Padre Mié, me entero del P. Federico Michel; era uno de nuestros mejores padres, lleno de virtudes poco comunes, lleno de talentos y de conocimiento, alguien bien formado. Salió del seminario de Grenoble para el noviciado el día mismo de su ordenación sacerdotal, sin ni siquiera pasar por su casa. Fue el 200 de nuestros Oblatos; había hecho su profesión unos meses atrás; es una gran pérdida”.

Carta al P. Telmon, Marzo 10, 1849, EO I núm. 113

El P. Frederic Michel falleció súbitamente justo después de predicar su primera misión parroquial y Eugenio anotó en su diario:

“Terribles noticias sobre la muerte del P. Michel. Justo había terminado la misión en Saint Bonnet, mostrando su celo y generosidad.  El P. Lavigne quien dio la misión con él, escribió para decirme que había actuado como un santo.  Temo que el P. Lavigne no pudiera moderar su celo o pedirle cuidara de su persona.  Temo mucho que lo que el P. Lavigne consideró un catarro y tos fuera tal vez el principio de una infección de pecho, que el pobre fallecido no deseaba cuidar.  Dios le recompensará, aunque alguien bueno como él, es una gran pérdida para la Congregación”.

Diario de Eugenio de Mazenod, Marzo 10, 1849, EO XXII

REFLEXIÓN

“Un hombre que muere joven, permanece para siempre en el recuerdo de las personas.  De tener un brillo luminoso antes de partir, su luz brillará por siempre”.  (Aleksandr Solzhenitsyn)

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