OBLATOS DE MARÍA INMACULADA  ¿CÓMO NO HEMOS PENSADO EN ELLO ANTES?

 En 1825 Eugenio partió a Roma buscando el reconocimiento oficial del Papa y de la Iglesia para los Misioneros y su Regla. Fue ahí donde recibió la inspiración de cambiar nuestro nombre a Oblatos de María Inmaculada.
Una vez que la decisión había sido tomada y que Eugenio había solicitado el nuevo nombre, se llenó de regocijo al haber hecho lo correcto.

“Oblatos de la Santísima Virgen María. ¡Pero si es un título para el cielo! ¿Cómo no hemos pensado en ello antes?”

Carta a Henri Tempier, Diciembre 22, 1825, EO VI núm. 213

“ ¿Cómo no hemos pensado en ello antes?

Eugenio “Parece darse cuenta de que, aunque siempre había amado a María, no había comprendido aún el papel esencial que ella ejerce en el proyecto de la Redención. Al buscar el patrono que mejor expresara el fin de su Congregación, es decir una persona seguidora de Cristo, comprometida en el apostolado al servicio e instrucción de los pobres, no había pensado en María. En Roma, comprende lo que es verdaderamente María. El nombre de la Congregación nace, pues, de un descubrimiento según el cual sus miembros, para responder realmente a las urgencias de la Iglesia, deben identificarse con María Inmaculada, “ofrecerse” como ella al servicio del proyecto salvífico de Dios.”
Casimir Lubowicki, “ María” en el Diccionario de valores oblatos, https://www.omiworld.org/es/lemma/maria/

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