BENDIGO AL SEÑOR CON TODA MI ALMA Y PREVEO QUE EL BIEN SE PROPAGARÁ AÚN MÁS

Continuamos recordando el inicio de la misión de los Oblatos en la Provincia Anglo-Irlandesa.

En 1845 Ambrose Phillips de Lisle invitó a los Oblatos a encargarse de la capilla que tenía en Grace Dieu, Leicestershire.  El P. Aubert asignó a tres Padres a la misión y el Obispo de Mazenod envió al P. Cooke para asistirles.  La obra pastoral en Grace Dieu era similar a la realizada en Penzance. En 1847 los Oblatos fueron invitados para hacerse cargo de la iglesia en Everingham en Yorkshire, y más adelante se les pidió trabajar en Aldenham, cerca de Shrewsbury y en Fairfield y Failsworth, en Manchester.

Mientras tanto, el Obispo Ullathorne les ofreció estar en Old Oscott, renombrada Maryvale por John Henry Newman, quien había presidido el establecimiento de los Oratorianos ingleses en ese lugar.  En Maryvale estuvieron el noviciado y escolasticado por los siguientes tres años, tras los cuales hubo que mudarse.  En 1848, el Sr. Peter Middleton de Sicklinghall en Yorkshire, invitó a los Oblatos para cuidar de las almas en el vecindario de su mansión y les ofreció tomar posesión de una casa e iglesia que acababa de construir.  Así, el noviciado y escolasticado se mudaron a Sicklinghall.  En esos años trascendentales e inspiradores, el apostolado misionero de los Oblatos fue similar al de otras sociedades de misioneros provenientes del continente para incrementar el cuidado de las almas.  Esos centros rurales fue donde los Padres realizaron su aprendizaje antes de aceptar el apostolado incalculablemente mayor en las ciudades.

(https://www.omiworld.org/lemma/anglo-irish-province-1841-1945/)

Eugenio comenta:

“Mi querido y buen hijo: tu carta ha sido edificante por todo cuanto me dices. Aunque nuestros asuntos temporales no son brillantes en Inglaterra, al menos el buen espíritu reina entre nuestros Padres y tal vez sus palabras producen tantas conversiones a través de la edificación obtenida por su regularidad. Bendigo al Señor con toda mi alma y preveo que el bien se propagará aún más…”.

Carta al P. Charles Bellon en Inglaterra, Diciembre 15, 1848, EO III núm. 22.

REFLEXIÓN

“No me preocupé por dónde o cómo viví, ni de las dificultades que encontré, para solo enfocarme en atraer almas a Cristo”.  (D. Brainerd)

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