SUCEDER A TANTOS HOMBRES CÉLEBRES POR SU CONOCIMIENTO Y SANTIDAD, NO ES POCA COSA

En 1846 John Henry Newman y su comunidad habían sido recibidos recientemente en la Iglesia y se les ofreció el lugar como casa para retiro y estudio.  Newman y sus seguidores le dieron el nombre de “Maryvale”, que aun conserva y se especifica en el Escrito Papal, como el lugar del primer Oratorio inglés de San Felipe en 1848.

Es fácil de comprender el entusiasmo con el que el Fundador recibió a Maryvale para los Oblatos.

“Así, ya están instalados en su santa casa, que estoy seguro en sus manos no decaerá en fama. ¡Es una herencia importante! Suceder a tantos hombres célebres por su conocimiento y santidad, no es poca cosa. Creo que los ojos de toda Inglaterra están fijos en ustedes y que se esperan grandes ejemplos de virtud en ese lugar santificado por Milner, los Newman, etc. Sigo asombrado por verlos establecidos en ese lugar, y por ello no dejo de agradecer a Dios desde el fondo de mi alma”.

Carta al P. Arnoux en Maryvale, Inglaterra, Julio 20, 1849, EO III núm. 29.

El Obispo Ullathorne les ofreció la casa como noviciado y casa de estudios, cuando Newman la dejó en 1848.  Las condiciones fueron que deberían servir a la misión local y conservar la propiedad ‘por arreglo como inquilinos’. El 8 de julio de 1849, el Consejo General aprobó que el P. Aubert, superior de la misión de los Oblatos en Bretaña la aceptara.

La intención fue que la casa no fuera solo noviciado.  Se decidió que todos los Oblatos asignados a las misiones en el extranjero pasaran al menos un año en Inglaterra para aprender el idioma e inculturarse.

REFLEXIÓN

“Si vemos a los santos, el luminoso despertar con el que Dios ha trascendido en la historia, apreciamos en verdad la existencia de una fuerza para el bien que sobrevive a través de los milenios, la verdadera luz de la Luz”.  (Papa Benedicto XVI)