Al enviar más misioneros a Ceilán, Eugenio le escribe al superior de esa misión:
“Ciertamente estarás contento con los Padres que te mando.… Después del P. Mouchel que preparó el viaje con un celo y una inteligencia perfectos, no puedes contar con que pueda darte hombres de mayor edad. En primer lugar, no los tenemos, y hay que ser joven para aclimatarse; en cuanto al P. Mouchel, no creo que jamás ningún misionero tuviera una vocación tan grande. Estudió bien el inglés, y puedes considerarlo como alguien verdaderamente abnegado. Ruego al P. Keating no influenciar a sus hermanos. En todas partes son admirables por su celo y caridad. Si hace calor en Ceilán, hace frío en la Bahía de Hudson, y todos nuestros misioneros de las misiones, franceses, irlandeses o canadienses, llevan ciertamente una vida mucho más difícil de la que se queja”.
Luego comparte noticias de la familia en Norteamérica:
“Aun no tenemos noticias de la llegada del P. Lempfrit a Oregón, hacen falta 8 meses para recibir una carta. Últimamente les envié zapatos, camisas, pantalones, etc. Todo escasea donde se encuentran”.
Carta al P Etienne Semeria, Febrero 21, 1849, EO IV núm. 10
REFLEXIÓN
“Solo cuento con una vela de vida para encender y preferiría utilizarla en un lugar lleno de oscuridad que en uno lleno de luz”. (J.K. Falconer)