ME DIO BUENAS RAZONES PARA FORMAR UN ESTABLECIMIENTO DE NUESTRA  CONGREGACIÓN EN SU INTERESANTE DIÓCESIS

“Tres Obispos han estado en casa y comprenderás que con tales huéspedes no se puede disponer fácilmente de tiempo. Uno de ellos es Mons. Timon, Obispo de Búffalo, Estados Unidos, quien estuvo ocho días. Me dio buenas razones para formar un establecimiento de nuestra Congregación en su interesante diócesis. Es evidente que habrá mucho bien por hacer, sin embargo, su diócesis está algo distante de Montreal y servirá como escalón para nuestros otros establecimientos. Así, accedí a su petición”.

Carta al P. Étienne Semeria en Jaffna, Enero 17, 1850, EO IV núm. 14

Yvon Beaudoin nos narra: “Las minutas de la reunión del Consejo General el 4 de enero de 1850 hablan favorablemente de aceptar el ofrecimiento  para que los Oblatos fueran a Buffalo; entre los factores favorables para aceptarlo, está la ubicación única de Buffalo a solo 24 horas de NY, equidistante a Montreal, donde los Oblatos ya están establecidos, y a solo 48 horas de Bytown, Sede Episcopal del Obispo Guigues, o.m.i., quien era además Vicario Oblato para Norteamérica, y la promesa de crecimiento que Buffalo ofrecía para convertirse en una ciudad principal en los Estados Unidos.  Las minutas mencionan que el Obispo solicitaba tres Oblatos y describen el ofrecimiento de una pequeña parroquia y escuela, los ingresos y la propiedad serían para los Oblatos.  La propuesta recibió la total aceptación del Consejo”.
https://www.omiworld.org/es/lemma/buffalo-n-y-e-u-desde-1851-es/

REFLEXIÓN

Existe una rivalidad amistosa entre los Oblatos de Texas y Buffalo respecto a cuál establecimiento fue el primero en los Estados Unidos.  Texas dice que ellos llegaron primero, mientras Buffalo comenta “sí, pero se fueron pronto después de ello, mientras que nosotros hemos permanecido por más tiempo”.  Ambos se equivocan, pues Oregón fue el primer lugar de llegada de los Oblatos a los EU.

Ya más seriamente:

“Ningún ministerio, sin embargo, nos es ajeno, a condición de que nunca perdamos de vista el fin principal de la Congregación: la evangelización de los más abandonados”.
Constituciones y Reglas OMI, Regla 7b

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *