Estas son las palabras que escucha cada Oblato profeso reciente al recibir el libro de las Constituciones y Reglas OMI y las palabras que resuenan en los corazones de los miembros laicos de la Familia Carismática Oblata al realizar el compromiso de vivir el espíritu y carisma de San Eugenio.
Habiendo celebrado este 17 de febrero, comenzamos nuestro camino de preparación para conmemorar 200 años de la aprobación por parte de la Iglesia de nuestra Regla y el espíritu y forma de vida que propone. En esta reflexión diaria les invito a unírseme en este peregrinar.
Los Hermanos y sacerdotes Oblatos están vinculados a seguir todo lo que prescribe la Regla, mientras que los miembros laicos de nuestra Familia son invitados a vivir según su espíritu y lo que sea pertinente a su estilo de vida. Al reflexionar en la Regla nos enfocamos en lo que sus páginas nos dicen como peregrinos en un viaje común.
“Maestro, ¿qué debo hacer para obtener la vida eterna? Jesús le contestó: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella? El maestro de la ley respondió: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Jesús le dijo; Has respondido correctamente. Haz eso y vivirás”. (Lucas 10, 25-28).
¡Vive según el Evangelio y vivirás! Las Constituciones y Reglas representan la reflexión del Evangelio a través de los ojos de San Eugenio y de nuestro carisma. Fueron reconocidas como tal y aprobadas por la Iglesia en 1826.
ACTUALMENTE LEEMOS:
“Las Constituciones y Reglas indican a cada [miembro de la Familia Carismática] Oblata el modo de caminar siguiendo las huellas de Jesucristo. Se inspiran en el carisma que vivieron el Fundador y sus primeros compañeros; además han recibido la aprobación oficial de la Iglesia”.
(Constitución 163)