Un ejemplo de cómo las misiones pretendían llevar a todos los grupos de personas a vivir el Evangelio en su contexto de vida particular se encuentra en la misión predicada en 1849 en Manchester. Los Oblatos en Inglaterra respondieron al problema del abuso del alcohol tratando de llegar a los más bebedores con una solución práctica : formaron una asociación para animar a la abstinencia. El Padre Casimiro Aubert escribió a san Eugenio :
Hemos dejado otro recuerdo de misión que vuelve más o menos sobre lo mismo. Hemos colocado en esa iglesia las estaciones del Via Crucis. Hemos tenido también una especie de compensación en una ceremonia que aun no es conocida en el continente europeo, quiero decir, el compromiso solemne en la Sociedad de la templanza. A la voz del Padre Cooke, discípulo fiel del Padre Mathieu, como tú lo sabes, más de quinientas personas se han enrolado bajo la bandera de esta asociación y han hecho juramento, al pie de los altares, de abstenerse durante el resto de su vida de toda bebida embriagante. Tengo que agregar que un buen hombre tenía necesidad de este remedio, pues es inconcebible que la embriaguez reine de una manera tan general entre las clases obreras en las grandes ciudades de Inglaterra, y lo que es peor aún, casi tanto entre las mujeres como entre los hombres.
El Fundador transcribe una carta, sin fecha, del P. Casimir Aubert
– reproducida en E.O. III, n. 34, nota 2