Si bien los escritos de los misioneros indican que algunas de sus misiones no tenían un éxito total, la aplastante mayoría eran presentadas con adjetivos superlativo como un éxito de la gracia de Dios.
Las cartas que yo recibo de las diversas misiones, se están haciendo cinco al mismo tiempo en diversas diócesis, no pueden ser más consoladoras. Se hacen prodigios por todas partes.
Carta a Hippolyte Courtès, el 20 de enero 1837, E.O.IX n. 602
La motivación fundamental de la actividad misionera de os oblatos allá donde fueron continuó siendo, en Francia, la predicación de misiones. Las circunstancias les obligaron a cambiar su acercamiento y actividades para responder a diversas situaciones, pero el empuje subrayado de ser los cooperadores del Salvador para conducir a los pobres y a los más abandonados a la salvación, nunca cambió.
No creo que haya una Congregación que presente un espectáculo tan emotivo en la Iglesia. Todos sus miembros están empleados al mismo tiempo en diversos países y en los dos mundos para atraer las almas a Dios y hacer guerra a ultranza al infierno. Misiones en las diócesis de Marsella, de Frejus, de Aix, de Avignon, de Valence, de Grenoble, de Ajaccio, en Inglaterra, en Irlanda, en Canadá y en los Estados Unidos, ¡es encantador!
Carta a Hippolyte Courtès, el 4 de enero 1843, E.O. X n.785