EL TÍO DE EUGENIO NECESITA CONVERTIRSE

La expresión de gozo de Eugenio por la experiencia de conversión de su padre concluye con la petición de la misma gracia para su tío, Carlos Luis de Mazenod:

No deje de decir a esa querida persona que la ayudo con todo mi poder a dar gracias al Señor por el favor insigne que le ha concedido;
pido la misma gracia para su hermano..

Carta a su padre, C.A. de Mazenod, 7 julio 1816, E.O. XV n. 137

Jozef Pielorz nos cuenta más sobre su tío, y nos muestra por qué Eugenio se preocupaba por él:

Carlos Luis Eugenio (1750-1835), conocido en la familia como “le chevalier (el caballero)” se alistó en la marina a una edad temprana y fue ascendiendo hasta ser capitán (1791). Se distinguió por su valentía lo que le hizo ganar la eminente distinción de la Cruz de San Luis (1782). Cuando estalló la Revolución, emigró a Italia, siguiendo a su hermano mayor, Carlos Antonio en sus andanzas. Para convencer a su tío de que volviera a Francia, en 1817 el P. de Mazenod consiguió para él una pensión anual de 2,400 francos por el rango de Admirante Real retirado.
Marinero competente, no era totalmente irreprochable en cuanto a su conducta moral. Dejó sin pagar unas 20,000 libras de deudas y se casó sólo en 1812 para legitimar su relación con una mujer sin muchos medios. Antonia…, concubina convertida en legítima esposa, no fue nada más que una mujer del pueblo sin ningún título nobiliario, ni dote ni la posibilidad de dar herederos “de buena familia” a la familia Mazenod. Esta desafortunada unión afrentó el orgullo de la familia de Eugenio de Mazenod e hizo disminuir aún más la poca estima que sentía por su tío.

J. Pielorz, “The Spiritual Life of Bishop Eugene de Mazenod 1782-1812,”
Association of Oblate Studies and Research, Rome 1998, p. 30 – 31

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