ES UNA GRAN PENA NO HABER ENTENDIDO ESTO MUCHO ANTES

Descanso
Hace falta, pues, que duerma y que coma, y que descanse cuando esté rendido. A mí me ha ido mal por no haber comprendido bastante pronto todo esto. Estoy todavía a tiempo de atender a ello; el mal no es irremediable, pero sería locura diferirlo más.
Ocurra lo que ocurra, dormiré el tiempo necesario para no estar estropeado por la mañana al levantarme, como me sucede habitualmente. Tengo que reprocharme excesos en este campo desde el primer año de mi seminario. Reconozco que sería culpable no cambiando de sistema, ya que mi salud, que era inalterable, ha sufrido ya mucho. El ejemplo de los santos me ha seducido, pero al parecer Dios no me pide a mí la misma cosa, ya que parece advertírmelo por la disminución de mis fuerzas y la alteración de mi salud.
Creo que hará falta que llegue a dormir siete horas. Es duro, lo reconozco. Pero ¿qué puedo hacer si Dios y los médicos lo exigen?

Notas de retiro, julio-agosto 1816, E.O. XV n 139

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