Las notas de retiro de Eugenio continúan con muchas resoluciones sobre su vida de oración, devoción a la Eucaristía, oración con el breviario, etc. Dándose cuenta de cuanto pueden sus ocupaciones distraerlo de sus momentos formalmente dedicados a la oración, expresa una actitud de importancia capital:
Como además habitualmente se me interrumpe, y con mucha frecuencia me es imposible, a pesar de la mejor voluntad, hacer ciertos ejercicios en el tiempo prescrito y hasta a veces me veo obligado, con gran pesar, a eximirme de ellos, es indispensable que encuentre un medio para suplirlos y obviar este inconveniente. No hay otro, a lo que creo, que el de obrar siempre en perfecta dependencia de la voluntad de Dios, con perfecta libertad de espíritu, uniéndome a Dios por un movimiento interior de adhesión a lo que le plazca ordenar en ese momento, persuadido de que eso y no otra cosa es lo que él quiere que haga.
Encuentro esto como un resumen maravilloso de oblación y el espíritu en el cual vivirlo. Es tener la actitud de ofrecerse totalmente a Dios, en un espíritu de libertad del ser para estar disponible a lo que hay fuera de mí y estar en unión total con Dios. Nos explica además:
Si actúo con estos sentimientos, la acción que me interrumpe y me contraría será más meritoria que aquella que yo hubiera preferido hacer.
Regla esencial: elevar el corazón a Dios antes, durante y después de la acción, obrar siempre con espíritu de fe
Notas de retiro, julio-agosto 1816, E.O. XV n 139