La Congregación de la Juventud requirió un conjunto de reglas que observar de modo que alcanzara sus ideales. En 1813 Eugenio proveyó esa regla de vida en los Estatutos.
N.B. cuando reflexionemos sobre algunas secciones de esta regla de vida para los jóvenes en los días siguientes, es esencial tener en mente que fueron escritas hace 198 años, en un clima social y religioso muy diferente del de nuestros días. En algunos casos el vocabulario del siglo XIX no es usado en el siglo XXI – pero Eugenio describe las mismas verdades básicas. En estas entradas intentaré tocar el corazón del ideal de Eugenio para los jóvenes, con la esperanza de que, al leerlas hoy, podamos entrar en su espíritu desde un mundo muy diferente como es el nuestro.
La regla de vida para los jóvenes de 1813 está dividida en cuatro secciones.
La primera sección está centrada sobre Jesucristo en la vida de los jóvenes y esto iba a ser el fundamento principal de la Congregación de la Juventud hasta el final.
1. trabajar por apreciar la santidad de su vocación como miembros de la religión de Jesucristo;
2.- hacer todos los esfuerzos posibles por conformar sus vidas con su divino Modelo, y
3.- profesar una tierna devoción a Jesús, en gratitud por todas las bondades de que les ha colmado
Règlements et Statuts de la Congrégation de la Jeunesse, 1813, p. 19
El ideal de ser «todo para Dios», que era en el centro de la propia vida de Eugenio , es el ideal que él quiere comunicar a los jóvenes. Quiere hacerles ver que la Congregación de la Juventud es su modo de responder a la llamada apostólica de Jesús «ven y sígueme», siguiendo el ejemplo de Jesús y viviendo en una relación de amor con él.
«Ya no os llamo siervos… sino que os he llamado amigos» Juan 15, 15.