ENTREGARSE A DIOS SIN RESERVAS

Eugenio había mencionado a menudo al «enemigo» como el poder oscuro que evitaba que la gente se acercara a la luz de salvación que Jesucristo ofrece. Seguía la comprensión del Evangelio sobre el mundo atrapado por el poder del Mal y por lo tanto, los misioneros eran llamados a luchar contra las fuerzas del mal y llevar la luz de salvación.

“Sin embargo, creo que el querido compañero que ha ido contigo a fundar la misión del Río Rojo, ha sido ordenado al sacerdocio, y también profesado en tus manos, según mi autorización.”

El joven Alexandre Taché de 22 años, fue ordenado al sacerdocio el 12 de octubre en San Bonifacio y al día siguiente realizó su oblación perpetua como Oblato, celebrando su primera Misa.

“Es hermoso realizar sus votos en el campo de batalla frente al enemigo que se viene a combatir desde tan lejos. Tuve todo ello presente el 17 de este mes, y hablé de ello en la hermosa reunión de todos nuestros Padres y Hermanos que renovaron ante mi y en presencia de N. S. Jesucristo la consagración hecha al Señor anteriormente…”.

Carta al P. Pierre Aubert en San Bonifacio, Canadá, Febrero 21, 1846, EO I núm. 61

REFLEXIÓN

«La característica de un santo no es la perfección, sino la consagración. Un santo no es alguien sin defectos, sino quien se ha entregado a Dios sin reservas”. (Brooke Westcott)

Igualmente, la característica del carisma de cada miembro de la familia Mazenodiana es la consagración: la forma en que vivimos y mostramos nuestra oblación en la vida cotidiana.

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