“Profesión del Hno. Molinari en mi capilla. No dije misa, pues me había comprometido a decirla en otro lugar, pero subí al altar y tomé el sagrado copón. Tras una alocución apropiada, recibí la profesión del hermano, a quien di la comunión y tras él, a todos los Oblatos presentes”.
Diario de Eugenio de Mazenod, Marzo 21, 1847, EO XXI
REFLEXIÓN
Aquí Eugenio se refiere a la hermosa costumbre, ahora en desuso, en la que los Oblatos profesaban sus votos al momento de la Comunión en la Misa. Realizaban su oblación al profesar sus votos y de inmediato se unían a Quien habían ofrecido sus vidas, recibiendo la Eucaristía.
En toda ocasión en que recibimos la Eucaristía somos invitados a celebrar nuestra comunión con Jesús, quien dio todo por nosotros y nos convoca a responder con generosidad.
«De la Eucaristía proviene la fortaleza para vivir como cristianos y el celo para compartirla con los demás”. (San Juan Pablo II)
La Eucaristía se convirtió en primordial en mi vida. Gracias Monseñor Ramiro OMI por tu testimonio de vida, gracias por hacer todo esto consciente y de gran importancia en mi vida.