LOS CONSUELOS DEL PASTOR

Marsella era una ciudad y puerto importante y fue sede de varios establecimientos militares.  El Obispo Eugenio acababa de confirmar a 30 soldados y dado la Primera Comunión a seis de ellos. En esta entrada de su diario, vemos su alegría y satisfacción pastoral.

22 de abril. [Confirmación de soldados] No hay nada más edificante que estas buenas personas, ni prestar más atención a las palabras que les dirigí. Este es también uno de mis consuelos; estas ceremonias se multiplican, se entrelazan y ciertamente son bien recibidas”.

Diario de Eugenio de Mazenod, Abril 22, 1847, EO XXI

REFLEXIÓN

Al ser nombrado Obispo de Marsella en 1837, Eugenio había resuelto «apegarme a la gente como un padre a sus hijos» (EO XV núm. 185). Diez años después, vemos su apego paternal y la alegría y consuelo que encuentra en el ministerio a su rebaño.

Sus palabras siguen a las de San Pablo: «… no cesamos de dar gracias a Dios, pues al recibir la palabra de Dios que les anunciamos, la aceptaron no como la palabra de hombre, sino como lo que es en realidad, como palabra de Dios, que sigue actuando en ustedes los creyentes”. (I Tesalonicenses 2:13)

Una invitación a agradecer hoy a quienes cuyo ministerio hizo una diferencia en nuestra vida de fe.

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