EL CORAZÓN SE SOBRESALTA CUANDO SUFRE

El Padre Hippolyte Courtès había sido miembro del grupo juvenil de Eugenio y fue uno de los primeros novicios en unirse a los Misioneros en 1817. Su salud no era buena y en ocasiones se deprimía, pero era un ejemplo de paciente tolerancia y perseverancia en su servicio. El tranquilo joven fue amigo y respetado confidente de Eugenio a lo largo de toda su vida.

 Así entonces, podemos entender la preocupación de Eugenio por el bienestar de Hippolyte, cuando cayó enfermo en mayo de 1847.

“Te agradezco mil veces y te bendigo, mi querido hijo, por darme tú mismo las noticias. El buen P. Martín lo había hecho admirablemente durante tu corta pero muy seria enfermedad, manteniéndome al corriente día tras día, y no puedo decirte el tierno interés con que hablaba de ti. Yo lo necesitaba para consolarme, a pesar de todo lo que me tranquilizaba. Bendigo a Dios por tu pronta recuperación, que pedimos en esta circunstancia. Mi confianza era plena, pero el corazón se sobresalta cuando sufre”.

Carta al P. Hippolyte Courtès en Aix en Provence, Mayo 13, 1847, EO X núm. 929

REFLEXIÓN

 «El amigo que se preocupa por nosotros, es aquél que puede estar en silencio con nosotros en un momento de desesperación o confusión, quien puede acompañarnos en un momento de pena y duelo, quien puede tolerar sin saber… no sanando ni curando».  (Henri Nouwen)

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *