MI VICARIO GENERAL Y EL MÁS ANTIGUO DE MIS COMPAÑEROS EN LA SANTA OBRA

El Padre Tempier, mano derecha de Eugenio fue enviado a Nancy para concluir todos los arreglos necesarios para el establecimiento de los Oblatos.  Eugenio escribió al Vicario General en Nancy, asegurando todo su apoyo en todas las decisiones que tomara.

“Todo será arreglado con el R. P. Tempier, mi vicario general y el más antiguo de mis compañeros en la santa obra que se propone adoptar en su diócesis. De antemano apruebo cuanto haga. No tendrá dificultad para entenderse con él; es un hombre de celo y dedicado, muy sabio y experimentado en los negocios; compensa con sus excelentes cualidades algunos aspectos, de juzgarle por su seriedad. Pero los hombres experimentados dan al mérito su verdadero valor. El R. P. Tempier goza de toda mi confianza, y puede usted otorgarle la suya sin dificultad”.

Carta a M. Marguet, Vicario General de Nancy, Francia, Junio 15, 1847, EO XIII núm. 111

REFLEXIÓN

En esta carta es evidente la admiración de Eugenio por su primer compañero al fundar a los Oblatos, así como el realismo acerca del carácter de Henri Tempier. Ambos se complementaban perfectamente en el liderazgo de la Congregación de los Misioneros Oblatos y la Diócesis de Marsella. Donde uno era extrovertido, impetuoso y visionario, el otro era taciturno y un excelente administrador calculador, que en ocasiones debía llevar a Eugenio a poner los pies sobre la tierra.

 «La constancia complementa todas las demás virtudes humanas”.  (Giuseppe Mazzini)

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