LA ORACIÓN ES EFECTIVA

 Preocupado por el efecto que el tifo pudiera tener en su familia en Canadá, Eugenio anotó en su diario:

“2 de septiembre: Carta del P. Guigues, del P. Telmon, del P. Aubert y del P. Bermond. El P. Molloy va mejor. A la llegada de la estatua de San José que envié para Bytown, el P. Telmon indicó una novena solemne. No solo los padres de la casa, sino también las religiosas [hermanas Grises] y todo el pueblo de Bytown, invocaron al santo con confianza, y tanto el P. Molloy como las cinco religiosas enfermos del tifo, mejoraron instantáneamente.
En Longueuil el P. Brunet enfermó ligeramente. Se espera que no sea nada, pero nuestros padres serán enviados a trabajar en Montreal. Pido cada día al ofrecer el Santo Sacrificio por ellos, que Dios les guarde”.

Diario de Eugenio de Mazenod, Septiembre 2, 1847, EO XXI

REFLEXIÓN

«¡La oración es el mayor poder de una persona!»   (W. Clement Stone)

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