-
Entradas recientes
- PARTEN HACIA ESA MISIÓN, TAN POCO ATRACTIVA EN TÉRMINOS HUMANOS, CON SANTA ALEGRÍA Y UN CELO SORPRENDENTE
- ME POSTRO EN ESPÍRITU A SUS PIES; BENDIGO A DIOS POR HABERLOS ELEGIDO COMO INSTRUMENTOS DE SU GLORIA Y MISERICORDIA
- ESTÁ LLENO DE DICHA AL PENSAR EN LAS PRIVACIONES QUE HABRÁ DE PASAR
- COMENTARIO HECHO POR ESTE MISIONERO HEROICO QUE REALIZA MARAVILLAS DE DEDICACIÓN
- SOLO LA CARIDAD MUEVE A ESAS HERMOSAS ALMAS INSPIRADAS POR LA RELIGIÓN Y ENVIADAS POR SU PASTOR
Comentarios recientes
- Anacleto Cuma Yuman en TRABAJAR POR LA SALVACIÓN DE LAS ALMAS MÁS ABANDONADAS
- MirJul en ¡DIOS MÍO, QUÉ NUEVA PRUEBA!
- Anacleto Cuma Yuman en ES LA PRIMERA VEZ DESDE EL INICIO DE LA CONGREGACIÓN QUE HE ESCUCHADO UNA PALABRA TAN INADECUADA
- Anacleto Cuma Yuman en EL BUEN PADRE PERRON LAS UNIÓ POR SU SANTA MUERTE
- Anacleto Cuma Yuman en DISPENSA DE ESCUCHAR MISA PARA CUMPLIR UN IMPORTANTE DEBER CÍVICO
Archivos
Meta
LA CONSAGRACIÓN DEL TRABAJO HUMANO A LA PROTECCIÓN DE ÉL, A QUIEN TODO DEBE RELACIONARSE
“En los primeros días de julio, una obra muy diferente recibió la coronación religiosa de manos del venerable obispo. Fue invitado por el municipio de Marsella para bendecir el canal que llevaría agua del río Durance a la ciudad y sus suburbios. Quien conociera Marsella y sus alrededores antes de la inauguración, puede comprender la riqueza, fertilidad, frescura y belleza que el canal hizo posible. La ciudad se transformó, y Mons. de Mazenod apoyó con entusiasmo la creación de esta gran obra a través de su influencia, y feliz de ejercer su ministerio en favor de todos los que participaron, pero aún más, para promover la religión.
«Caballeros, fue digno de los hombres llamados a representar el espíritu de una ciudad eminentemente cristiana, el pedir el apoyo de la religión para solemnizar uno de los días más memorables en la historia de Marsella. Han seguido un feliz pensamiento digno de alabanza al desear invocar con nosotros el nombre del Señor sobre la magnífica obra de su visión de futuro y preocupación de tantos años.
Si el Señor no edifica la casa,
Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.