EXPONERME A COMPROMETER SU SALVACIÓN Y LA DE LAS ALMAS QUE NO SABRÍAN DIRIGIR

Al aumentar las misiones en Canadá, era necesario tener más misioneros Oblatos. Eugenio había aceptado enviar a los escolásticos para cubrir la demanda, pero con la condición de que terminaran sus estudios en ese lugar.  Las exigencias de las misiones no lo hicieron posible, por lo que los misioneros no tenían la preparación adecuada ni la suficiente madurez espiritual.  Así que Eugenio se vio forzado a tomar una decisión para evitarlo.

 “No puedo en conciencia aprobar el sistema en Canadá, que lleva a los hijos de las Órdenes a carecer de ciencia, que resentirán toda su vida. Por ello estoy decidido a solo enviar a quienes hayan terminado sus estudios y pasado tiempo suficiente en nuestras casas para formarse en la práctica de las virtudes religiosas.

Prefiero mil veces que esperen, antes que me reprochen no haber cuidado las necesidades y exponerme a arriesgar su salvación, la de las almas que no sabrían dirigir, y el honor de la Congregación. Cuando acepté enviar a simples Oblatos, por su petición, fue con la firme condición de que se les formaría en la ciencia eclesiástica y en la piedad”.

Carta al Obispo Bruno Guigues en Ottawa, Marzo 25, 1849, EO I, núm. 114

REFLEXIÓN

 La generosidad de esos jóvenes les llevó a un ministerio demandante sin las habilidades necesarias, y su salvación y la de los demás estaba en peligro.

 Siendo igual para nosotros, nuestra salvación puede ser frágil al no alimentar nuestra fe a través de las lecturas y la oración.

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