LAS DIFICULTADES QUE NO HABRÍA, DE HABER INTENTADO COMPRENDER LO QUE DEBE SER UN RELIGIOSO

Los Oblatos en Canadá no lo tenían fácil.  Afuera encontraban la oposición del clero local, que se sentía amenazado por el grupo de celosos misioneros franceses, con tanto éxito en sus misiones y atrayendo a la gente.  Sin embargo, los jóvenes misioneros carecían de formación completa y vida en comunidad ante los desafíos de la vida religiosa.  Eugenio desahogó el dolor de su corazón (aunque con una gran exageración emotiva, pues no todo era tan malo como lo describía), al P. Honorat.  Eugenio solo conocía el modelo francés de evangelización, y al principio no comprendía que las necesidades y métodos en Canadá eran diferentes.

Sería necesario que les visitara en Canadá. Es ahí, no en Francia, donde se ha perdido toda noción del espíritu religioso, hasta el punto de que no reconocería mi obra.

Nunca he pretendido dar a la Iglesia el regalo de una sociedad de sacerdotes insubordinados, sin deferencia, sin respeto, detractores unos de otros, murmuradores, sin espíritu de obediencia, reservándose cada cual juzgar según sus opiniones, gustos o disgustos, no perdonando, no solo entre ellos, sino también entre los extranjeros a quienes con descaro se trata como confidentes de las dificultades que no habría, de haber intentado comprender lo que debe ser un religioso…

Hace falta que la llaga sea bien profunda y el mal bien arraigado, para que todos a quienes envío allí, y que parten llenos de buena voluntad, se hagan pronto tan imperfectos como los demás. Lo siento en lo más profundo del alma. Sin embargo, aun espero la misericordia de Dios que me inspire a remediar el mal que deploro. Enviaré un Visitador Extraordinario con poderes plenos.

No por eso dejo de enviarle mi afecto, mi querido hijo.

Carta al P. Jean Baptiste Honorat en Saguenay, Canadá, Julio 12, 1849, EO I núm. 121

REFLEXIÓN

«Como en la mejor de las familias, tenemos también excentricidades de los impetuosos jóvenes rebeldes, y desacuerdos familiares”.  (Reina Isabel II)

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