MI REBAÑO SE ENCUENTRA ASOLADO POR LA EPIDEMIA DE CÓLERA

… Salí de prisa sin continuar mi visita, para volver a mi rebaño que se encuentra asolado por el cólera. Sigue habiendo mucho daño, pero gracias a Dios hasta el momento no ha afectado a ninguno de los nuestros. Sin embargo, estamos preocupados por nuestro buen Padre Mounier, que lucha contra una fuerte fiebre tifoidea. Hoy debían administrarle los últimos sacramentos. Sería una gran pérdida para nosotros. Es el encargado de la dirección de nuestros numerosos Oblatos. [ed. Eugenio siempre utilizaba la palabra «Oblatos» al referirse a los escolásticos, y «misioneros» para los Oblatos ordenados].

Carta al padre Jean Baudrand en Canadá, 30 de septiembre de 1849, EO I n 124

REFLEXIÓN

En la época del obispado de Eugenio en Marsella hubo cinco epidemias de cólera y en todas ellas, tanto él como sus sacerdotes, cuidaron y trabajaron valerosamente con las víctimas.  El Padre Jean Francois Mounier, de veintisiete años, falleció cuando Eugenio terminó esta carta.

«Nadie se preocupa de cuánto sabes, hasta que se enteran de cuánto te preocupas”. (Theodore Roosevelt)

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